“El acaparamiento de tierras y las inversiones extranjeras para
convertir África en el granero del mundo no son nada nuevo. Es un
disfraz de neocolonizadores de corbata a caballo del libremercado:
cultiven azúcar, cacao, café, caucho —decían entonces— y saldrán de la
miseria. Cultiven soja, palma africana o cualquier cosa que necesite la
agroindustria o nuestros automóviles —dicen ahora— y verán cómo les
llueve el progreso. Mentiras criminales”
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