Así, pues el paso del hórreo arcaico al hórreo con bastidor podría interpretarse como un fenómeno inducido por la aplicación de un principio de eficacia consistente en la construcción de un objeto con la misma utilidad y menos cantidad de materia prima.
Se trataría por tanto de un proceso de perfeccionamiento de carácter exclusivamente técnico y motivado por causas objetivas, que guarda muchos paralelismos con las teorías sostenidas por Lamarck sobre la evolución en el mundo de los seres vivos.
Entendiendo la evolución de una forma esencialmente instructiva, todo organismo recibe instrucciones de su medio que deriva en información genética transmisible a la generación siguiente.
En el caso de los hórreos el factor determinante seria la utilización de menos cantidad de madera, ya fuera por el agotamiento del recurso o, todo lo contrario, por una estrategia social previsora.
Desde este punto de vista, aunque sea anónimo lento y prolongado en el tiempo, el proceso evolutivo sigue una linea recta tendente a la consecución de unos fines susceptibles de evaluación mediante parámetros objetivos.
El Lamarckismo posee un aspecto progresivo y teológico intrinsico pues considera que el proceso evolutivo viene impulsado por los afanes de los organismos en satisfacer nuevas necesidades en continuo surgimiento.
"Fragmento extraído del libro hórreos leoneses"
